El océano De protector a víctima del cambio climático.
Cuna de los primeros seres vivos, con su azul inmensidad genera las condiciones para la subsistencia de millones de especies. Sin embargo, el descuido del ser humano y el cambio climático están afectando cada rincón de sus profundidades.
Ocupando el 72% de la superficie terrestre, el océano es mucho más que el gigantesco cuerpo de agua que separa los continentes. Por muy lejos o cerca que se encuentre, todos los seres vivos dependen de él, ya que produce la mitad del oxígeno del planeta. Asimismo, los ambientes marinos y costeros albergan el 23% de la biodiversidad mundial, ofreciendo valiosos servicios ecosistémicos para el ser humano.
Entre ellos el alimenticio es uno de los más relevantes, pues el 20% de la proteína animal que se consume en el mundo corresponde a recursos marinos. De su producción y extracción se originan millones de puestos de trabajo asociados a la pesca, la acuicultura y otras actividades relacionadas. También es Importante destacar que el océano posibilita el tráfico marítimo, el cual mueve el 90% de las mercancías negociadas internacionalmente y permite el desarrollo de las comunicaciones, el turismo y la investigación científica.
El océano además cumple la función de regular el clima y la temperatura. Al poseer el 92% del agua del planeta, absorbe y retiene el calor en las partículas de este vital elemento, generando así el vapor necesario para la formación de las nubes, la lluvia y la nieve. Por medio de las corrientes marinas y la interacción del océano con la atmósfera, el calor almacenado y el vapor de agua se distribuyen a diferentes latitudes del planeta, enfriando las zonas tropicales y calentando las regiones polares y subpolares, determinando así la meteorología global y local.
Por si todo esto fuera poco, el océano procesa y retiene cerca del 30% del dióxido de carbono presente en la atmósfera, a través de la fotosíntesis del fitoplancton y otros mecanismos biogenéticos y químicos complejos. De hecho, el océano ha absorbido más del 90% del calor producido por la acción humana a través del aumento de gases de efecto invernadero, cualidades que lo convierten en el principal mitigador del cambio climático.
Efectos del cambio climático en el océano
El cambio climático es la consecuencia de alteraciones en la composición atmosférica de la tierra, provocadas por la humanidad desde el comienzo de la era industrial. Esto se debe al aumento en las emisiones de dióxido de carbono, principal gas de efecto invernadero. Si bien el efecto invernadero es necesario para la existencia de la vida en la tierra, actualmente la concentración de dióxido de carbono es 45% más alta en comparación a la era preindustrial y continúa en ascenso debido al uso de combustibles fósiles. Así, la temperatura promedio actual del planeta es 1,1 grados mayor a dicha época, evidenciando una tendencia al alza que se conoce como Calentamiento Global.
Por su parte, el cambio climático son las modificaciones que ocurren en los diferentes subsistemas del planeta (como la temperatura, las precipitaciones, la nubosidad y lo vientos, entre otros) durante un determinado periodo de tiempo. Se trata de un fenómeno global, pues no hay ningún lugar que esté libre de sus efectos, y si bien el océano ha amortiguado su real impacto, ya se están evidenciando los costos de su sacrificio.
Según el reporte “The Ocean and Cryosphere in a Changing Climate” elaborado por el IPCC (Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático), desde 1970 las capas de agua superiores e intermedias del océano se han calentado progresivamente, y se prevé que esta tendencia “continué incluso si cesan las emisiones humanas de gases de efecto invernadero”.
Al aumento de la temperatura -en conjunto con otros factores- trae como consecuencia la reducción del oxígeno en el océano, a la vez que estratifica las capas que lo conforman. Esto dificulta que las aguas superficiales ricas en oxígeno se mezclen e intercambien nutrientes con las aguas más profundas. Ambas situaciones alteran los ecosistemas y la biodiversidad marina, provocando mortalidad, menor crecimiento y migraciones.
Conjuntamente, el aumento de la temperatura implica mayor evaporación, aumentando las precipitaciones en ciertas zonas y modificando la salinidad del mar. También el calentamiento afecta las corrientes marinas, generando un aumento de fenómenos climáticos como huracanes y la intensificación de eventos de variabilidad climática como lo es el Fenómeno del Niño, el que se relaciona con una mayor ocurrencia de sequías y mareas rojas.
Cuando el agua aumenta su temperatura también aumenta su expansión, lo que sumado al derretimiento de los glaciares y hielos marinos trae como consecuencia un aumento en el nivel del mar. Según los expertos del IPCC, su actual tasa de crecimiento es de 3,6 mm por año, pero “ha triplicado los valores observados en la historia reciente”, estimándose que a fines de siglo alcance los 15 mm por año. Esto implica diversas amenazas, como la desaparición de asentamiento humanos, una mayor erosión de las costas y la invasión de aguas marinas en ambientes costeros como manglares, marismas y humedales, los cuales también son vitales en términos de biodiversidad, retención de agua, captura de carbono y, otros servicios ecosistémicos.
Finalmente, la absorción de una gran cantidad de dióxido de carbono por parte del océano ha generado cambios químicos en su composición, cuyo Ph ha disminuido en 0.1 desde el comienzo de la era industrial. Esto es lo que se conoce como la acidificación del océano y que afecta principalmente a especies como corales duros, moluscos y crustáceos, dificultando el desarrollo de sus exoesqueletos y conchas.
COP 25
A desarrollarse entre el 2 y 13 de diciembre, esta cumbre climática de la ONU reunirá a 85 científicos y representantes de casi 200 estados con el propósito de avanzar en acuerdos y políticas que contribuyan al cuidado del planeta y la mitigación del cambio climático. Si bien la COP 25 ya no se efectuará en Chile -será en Madrid, España- un grupo de científicos chilenos estará a cargo de las 7 mesas de trabajo que abordarán diferentes ámbitos relacionados al cambio climático, siendo precisamente el océano una de los temas protagonistas.
En ese contexto se realizó el seminario “El océano, el principal afectado por el cambio climático”, organizado por Corfo y la Escuela de Ingeniería de la Universidad Austral sede Puerto Montt. “Decidimos hacer esta actividad como una forma de enseñar, motivar y generar debate en la ciudadanía”, señala Ángeles Sandoval, ejecutiva técnica de Corfo.
El evento contó con las exposiciones de Raúl Cordero, miembro del Grupo Científico Consultivo en Ozono y Radiación Solar del Global Atmosphere Watch, y del Grupo de Investigación Antártica de la Universidad de Santiago; y Rodrigo Hucke, biólogo marino de la Universidad Austral de Chile, perteneciente al Grupo de Especialistas en Cetáceos de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza) y al comité científico de la Comisión Ballenera Internacional.