Parque Eólico Aurora situado en la comuna de Llanquihue
Desde hace años nuestros gobiernos han tomado una fuerte determinación hacia la adopción de las energías renovables no convencionales, principalmente solar y eólica. Muchas veces se habla de que Chile es privilegiado debido a la enorme radiación solar con que cuenta nuestro norte y a la gran cantidad de lugares con fuertes vientos a lo largo del territorio nacional. De hecho, en los últimos años se han instalado numerosos proyectos que utilizan este tipo de energías.
Particularmente en relación a la energía eólica, los principales proyectos ya implementados en Chile son Parque Eólico San Juan, ubicado en Freirina que entrega 193 MW, Parque Eólico El Arrayán, ubicado en la comuna de Ovalle y que entrega 115 MW, Parque Eólico Sierra Gorda, ubicado en la comuna del mismo nombre y que entrega 112 MW, Parque Eólico Los Cururos, también cerca de Ovalle, con una potencia bruta de 109.6 MW, Parque Eólico Taltal, en la misma comuna, que ofrece 99 MW, Parques Eólicos Talinay y Talinay Poniente, también cerca de Ovalle, con una potencia de 90 MW y 60,6 MW respectivamente, Parque Eólico Valle los Vientos, ubicado en la comuna de Calama, con 90 MW, Parque Eólico Renaico, ubicado en la misma comuna, con una potencia de 65 MW, y Parque Eólico San Pedro II, en la comuna de Dalcahue, con 60 MW. Un proyecto que será de los grandes, aunque aún no entra en funcionamiento, es el Parque Eólico Aurora, en Llanquihue, con una capacidad de 129 MW.
La mayoría de las fuentes de información respecto a este tipo de proyectos nos hablan de lo amigables que son con el medio ambiente, y la cantidad de toneladas de CO2 que no son enviadas a la atmósfera y que sí serían enviadas si esa misma energía se generase en base a combustibles fósiles (a pesar de en círculos científicos se considera al CO2 vital para la vida en la Tierra y hay un enorme debate de si los niveles actuales están o no generando aumento en las temperaturas). Incluso estos proyectos eólicos se muestran hasta estéticamente muy atractivos para las comunidades donde se emplazan. Todo con una hermosa imagen de “energía verde”.
Después de algunos años de funcionamiento en EE.UU. y Europa, la realidad de los proyectos de generación eléctrica en base a energía eólica es muy diferente. Sólo en EE.UU. existen actualmente 14.000 turbinas eólicas abandonadas y que representan un serio peligro para los lugares donde están ubicadas.
Desde un principio se sabe que este tipo de proyectos puede ser viable sólo si es subsidiado por el Estado. Precisamente ahí esta el problema. Recortes en los subsidios han llevado a la falta de mantenimiento de algunos de estos parques, y derechamente a su abandono. Últimamente también se han producido incendios de turbinas, cayendo material incandescente a tierra. El problema aún mayor es el retiro de estas altas torres, costo que nadie está dispuesto a solventar y de ahí el abandono que hoy sufren, llenándose de óxido y siendo un peligro para las comunidades aledañas.
La generación eléctrica por energías como la eólica y la solar genera gran controversia ya que son energías extremadamente débiles, intermitentes, y estacionales que no pueden dar la continuidad energética que una población demanda. Por otro lado, requieren 100 veces más superficie que una planta a gas natural para producir la misma cantidad de MegaWatts. Debido a su intermitencia es que sólo pueden servir de apoyo a las plantas de generación en base a energías convencionales basadas en combustibles fósiles, pero haciendo que el total de la matriz sea más ineficiente debido a que mucha energía generada sólo puede estar standby y se pierde.
En la región de los Lagos el proyecto Parque Eólico Aurora emplazado al poniente de la ciudad de Llanquihue y cercano a la localidad de Loncotoro, pone a la región en los primeros lugares entre los proyectos eólicos a nivel país. Sin embargo, surgen las interrogantes acerca de si sucederá algo similar a lo que está pasando en EE.UU. y Europa. Y si estas turbinas dejan de ser viables, ¿quién las retirará?, incluyendo las bases, las cuales son de un tamaño considerable al igual que las torres, o si quedarán abandonadas como los actuales cementerios de turbinas en Hawai y California.
Nuestra intención es dejar planteado el tema para el debate, puesto que debemos ver los resultados que estas tecnologías están dando en países que nos llevan la delantera, con el fin de no cometer los mismos errores. Acaba de ser estrenado el documental “Planet of Humans” (disponible en Youtube), producido por el director de cine norteamericano Michael Moore, en el cual se desnuda totalmente el engaño detrás las energías renovables, las que no han significado más que un suculento negocio para ciertos grupos económicos y no dan respuesta definitiva al problema de elegir una fuente de energía limpia. No queremos que en nuestra X región de los Lagos las hermosas praderas de vacunos den lugar a cementerios de turbinas eólicas abandonadas, lo cual sería una catástrofe económica para miles de familias que por generaciones han vivido del trabajo ganadero, y le han dado el sello a la provincia de Llanquihue.