Estudio CIO de la Universidad de Chile y OTIC Sofofa analizaron a 380 empresas para definir herramientas clave para avanzar hacia un mundo laboral que una lo mejor de lo digital y presencial.
La pandemia obligó a las empresas chilenas -y de todo el mundo- a adoptar el teletrabajo. A partir de esto, muchas de ellas evolucionaron hacia el trabajo híbrido, modalidad que busca mezclar lo mejor del trabajo presencial y virtual, y donde hay percepciones de mejora en la conciliación vida laboral, familiar y personal y de aumento de la productividad.
Un nuevo estudio de OTIC Sofofa Capital Humano y del Centro de Ingeniería Organizacional de la Universidad de Chile analizó a 380 empresas chilenas para identificar las 5 principales buenas prácticas necesarias para avanzar hacia un ámbito laboral híbrido de calidad. Los datos fueron presentados hoy en Puerto Varas junto a más de 60 representantes de diversas organizaciones de la región.
Natalia Lidijover, Gerente Desarrollo de Capital Humano de Corporación Sofofa explicó que “despejar mitos y contar con un análisis claro de todas sus implicancias es una necesidad urgente de las empresas frente al trabajo híbrido. Se trata de una modalidad que llegó para quedarse, que tiene características muy positivas, pues pone en el centro a las personas y permite atraer y retener talento, pero que requiere crecer en madurez y capacidades desde el punto de vista organizacional”.
La experta agregó que “el trabajo híbrido está desafiando a los líderes para que evolucionen desde el habitual control a una gestión por objetivos y resultados, confiando más en las personas sin necesidad de tenerlos siempre a la vista. Los líderes deben enfocarse en crear una cultura de trabajo, basada en la confianza, pertenencia y sentido de equipo, con mayor empoderamiento a sus colaboradores”.
Buenas prácticas
La primera buena práctica identificada por el estudio es que la experiencia de asistir a la oficina debe ser memorable, sobre todo al considerar que el estudio muestra que 38% de las empresas que cuentan con trabajo híbrido actualmente exigen a sus empleados ir 2 veces a la semana a la oficina, mientras 27% tres o más veces a la semana.
Sebastian Conde, Director del estudio de la Universidad de Chile explicó que “esta modalidad se trata de mezclar lo mejor de lo virtual con lo presencial y por eso es fundamental el uso de los días de presencialidad en actividades que potencien la cultura organizacional, delimitar propósitos comunes y favorecer la innovación y creatividad grupal. Es clave diseñar espacios atractivos en las empresas, que atraigan el interés de los colaboradores de ir presencialmente y reunirse con sus colegas”.
La segunda buena práctica se relaciona con la comunicación. Natalia Lidijover explicó que “es necesario reforzarla a través de todas las áreas de la organización. Tener un relato común, oficial y compartido. Es fundamental también comunicar y educar periódicamente a los colaboradores en el uso de las tecnologías de la información que habilitan el trabajo híbrido y en las prácticas de seguridad de la información que se deben seguir”.
La tercera es que sin medición continua no es posible obtener resultados. Claudia Arratia, Jefa del estudio de la U de Chile resaltó que “por eso las empresas deben integrar indicadores globales de gestión del trabajo híbrido para la Alta Dirección. Implementar un equipo multidisciplinario o de tarea que actúe como articulador del diseño, monitoreo, seguimiento y mejoras en la implementación del trabajo híbrido apalancado en la estrategia de gestión de personas”.
La capacitación es otro elemento de gran relevancia. “Es necesario capacitar y desarrollar a los líderes para gestionar los intereses y metas personales de los equipos y personas en coherencia con las metas de la organización. Así también, es fundamental capacitar a los líderes para gestionar por objetivos de área”, explicó Claudia Arratia de la U de Chile.
Finalmente, la diversidad e inclusión y la salud mental deben ser parte fundamental de una estrategia exitosa de trabajo híbrido. Para esto es necesario diseñar procesos y beneficios tomando en consideración los intereses diversos, grupos etarios, género y expectativas de las personas de la organización. Así también, es necesario focalizar acciones de contención y atención a necesidades especiales para prevenir impactos negativos en salud mental.
Desafíos
El estudio muestra también los principales desafíos que tienen las empresas respecto del trabajo híbrido. Respecto a las dimensiones que pueden considerarse más o menos maduras del trabajo híbrido, el estudio consideró ocho, donde la de Comunicación resultó ser la que presentó un mayor avance, mostrando un promedio de 79% en sus ítems, desde un promedio de aprobación general de general de 71%. Le sigue la Gestión de Productividad (78%) e Infraestructura y Recursos (76%).
Como refleja el gráfico, los principales aspectos en los que se debe avanzar son la Seguridad de la Información; Gestión de Diversidad e Inclusión y en Salud Ocupacional. Sin embargo, el principal reto se encuentra en la Innovación y Mejora Continua, el ítem peor evaluado (58% de un promedio general de aprobación de 71%).
Para mejorar esta dimensión, señala Lidijover, “se requeriría de equipo multidisciplinario que actúe como articulador desde la estrategia de la organización. Hay que asumir que las empresas deben impulsar su desarrollo a través de la innovación. Para tener un futuro del trabajo de calidad, debemos encontrar la mejor mezcla entre lo virtual y lo presencial. Para ello, el trabajo conjunto entre el sector público, privado y académico es clave”.
Natalia Lidijover concluyó que “el trabajo híbrido llegó para quedarse y las empresas deben impulsar su desarrollo a través de la innovación. Para tener un futuro del trabajo de calidad, debemos encontrar la mejor mezcla entre lo virtual y lo presencial. Para ello, el trabajo conjunto entre el sector público, privado y académico es clave”.