El turismo del futuro será diferente tras la crisis por Covid-19

Internacional Turismo

Los primeros viajes tras la contingencia sanitaria apuntarán a zonas cercanas y buscarán opciones que reduzcan un posible contagio.

Más local, más austero, sustentable, más tecnológico y en grupos más pequeños. Así será el turismo del futuro. Y no nos referimos al futuro como la segunda mitad del siglo o la era de los autos voladores.

Hablamos de una vez que termine la contingencia sanitaria por el Covid-19, es decir, cuando el riesgo por la infección sea menor y la gente pueda salir a la calle con las precauciones suficientes para prevenir contagios sin necesidad de protección excesiva. Esa ‘normalidad’ que se anhela.

Viajes terrestres y con la familia, primer paso

Si bien la proyección es que el mundo recupere los niveles de conectividad y transporte antes de esta crisis, eso no será inmediato. La IATA alertó hace unas semanas que buena parte de las aerolíneas del mundo corren el riesgo de quebrar, a la par que otras suspenderán múltiples rutas mientras regresa la rentabilidad.

Por ello, los involucrados directamente en el turismo consideran que las primeras opciones para moverse de ciudad se darán a través de las líneas terrestres: buses, camionetas y vehículos particulares serán la opción para lanzarse a la conquista de las carreteras del país.

A estos factores se sumarán las precauciones para reducir el riesgo de contagio de Covid-19, por lo que se apostará por viajes más reducidos en tiempo y capacidad.

El visitante de entrada va a cuidar la concentración de turistas, va a haber un miedo pos-Covid de una posible segunda o tercera oleada de contagio; la conectividad, como les decía, más rápido la terrestre que la aérea, pero vamos a vivir un modelo turístico de austeridad.

Esta nueva realidad está siendo proyectada por algunos expertos en el mundo: la reconfiguración de aviones, la reconfiguración de buses, en una primera etapa poscrisis, menos gente concentrada en un solo lugar por mucho tiempo, la reconversión de los espacios de playa, de todas las capacidades instaladas de los lugares, incluso cines y restaurantes.

Por esto, la recomendación es a desarrollar campañas de promoción para los destinos típicos pero también para estas nuevas rutas que inviten a los ciudadanos a que una vez superada esta crisis, viajen con este nuevo modelo.