Paula Miranda y Sandro Rezzio son dos referentes de la acuicultura en nuestro país y, se dieron el tiempo para conversar con nosotros para construir un relato desde su experiencia laboral, la que les ha permitido tener una amplia mirada con respecto al desarrollo de la acuicultura a nivel nacional y en el mundo, especialmente en Asia y Centroamérica. Los avances en ciencia y desafíos de producción de una manera sustentable, son los ejes que mueven a estos dos expertos de los que conoceremos su precepción de la acuicultura en cada una de sus historias.
Paula, actualmente ocupa el cargo de directora de investigación y desarrollo en Acuanativa, empresa biotecnológica chilena, orientada al desarrollo de bioproductos en base a materias primas no farmacológicas con foco en la Acuicultura y su desempeño productivo sostenible. De profesión médico veterinario, nos cuenta un poco de sus trayectorias desde que comenzó este viaje por la Acuicultura. En sus inicios, partió a hacer su Magister en Patología en la Universidad Austral de Chile, donde descubrió su fascinación por la inmunología de peces y la biología molecular aplicada a ese ámbito de acción. Posteriormente, durante la crisis del virus ISA en la industria del Salmón, participaría como directora del área Salud y producción en SalmonChile en numerosas investigaciones para la nueva normativa. Posteriormente, en la misma línea, nos cuenta de su paso por el Instituto de Fomento Pesquero (Ifop) en el área de acuicultura, donde estuvo a cargo de seis proyectos de investigación, el desarrollo del centro de evaluación de vacunas, el proyecto de estandarización y protocolización para el uso de dietas medicadas para salmones, la evaluación de los periodos de resguardo, y dentro de lo más significativo, por lo desafiante que fue, la implementación del programa de vigilancia de enfermedades de alto riesgo en peces silvestres. Lo que para la época significó montar un laboratorio de biología molecular en Ifop, traer todas las muestras de referencias de patógenos, implementar pescas de investigación para peces silvestres dentro de ellos róbalo, pejerreyes y otros y; desarrollar los PCR para cada una de las matrices. El programa fue intenso, pero exitoso por todo lo que significaba y el nuevo conocimiento que generaba, manteniéndose hasta el día de hoy de manera sistemática.
En ese tiempo en paralelo, presentó un proyecto Corfo de empaquetamiento de negocios tecnológicos con los resultados de su tesis de magíster, que era una combinación de extractos botánicos para la prevención de brotes de piscirickettsiasalmonis, que es el patógeno responsable del 98, 5 % del uso de antibióticos en Chile. Desde ese proyecto que comenzó en el 2012, se empaquetó el conocimiento de la tesis y nació uno de los primeros aditivos botánicos made in Chile con respaldos científicos publicados en revistas indexadas, una patente y marca propia. Esta experiencia le sirvió, para entender lo importante que es el conocimiento e implementación de una buena estrategia de protección de la propiedad intelectual desde los científicos que quieren entrar al mundo de los negocios y la ciencia aplicada y el contar con buenos socios para llevar al mercado nuestras investigaciones científicas.
En esa búsqueda de un modelo apropiado para desarrollar Investigación aplicada y poder llegar a negocios sostenibles y de impacto en la industria acuícola, se lanzó a investigar alternativas botánicas para incorporar a programas de manejo integrado de caligus, por lo que en el año 2017 comienza una investigación con fondos propios desde su compañía BotanicalMix, que finaliza en el 2021 con aportes de Corfo asociados al instrumento Vouchers de innovación. Con esto, logra una patente en el 2022 con lo que siente es momento de ir a buscar inversionistas para llevar la solución al mercado. Es en esta búsqueda, dirigida a empresas que tuvieran la reducción del uso de fármacos en su ADN, que encuentra a la destacada empresa chilena, Bioinsumos Nativa, empresa con amplia experiencia en el desarrollo de productos no farmacológicos para disminuir el uso de químicos en agricultura. “Ellos invirtieron en el negocio y formamos la compañía que hoy es Acuanativa. Somos socios, ellos se dedican a instalar la estrategia comercial de los productos que desarrollamos desde el área de I+D de la compañía, donde tenemos al menos 3 productos nuevos en el pipeline de desarrollo para el 2025”, nos precisa Paula. De hecho, el producto que están comercializando actualmente es L-END, un aditivo 100% botánico que va en el alimento para salmones y que lo están utilizando varias compañías productoras para disminuir el uso de químicos en el control de caligus. El aditivo, está logrando que haya una menor carga de parásitos en la columna de agua y por ende una menor presión de infestación entregando herramientas a los peces para que sostengan una mejor condición inmunológica frente a los desafíos con el parásito, de manera preventiva.
El caligus, es un parásito externo, que no produce mortalidad directa en los salmones afectados, nos explica Miranda, pero lo que sí produce es un aumento de costos de producción significativo, que puede ser de hasta dos dólares por kilo de salmón producido. “Lo que el parásito hace es alimentarse de la piel (primera barrera de patógenos) y el mucus de los peces, lo que permite que bacterias puedan ingresar. Por lo tanto, es un pez que está más susceptible a enfermedades, de ahí la necesidad de entregarle ciertas habilidades que lo hagan más inmunocompetente”, nos explica. Es un problema fascinante de estudiar.
La acuicultura del salmón es muy relevante en países como Chile o Noruega, pero si se analiza el panorama completo de la acuicultura, existen otras especies que tienen más relevancia por el volumen de producción, y una de éstas es la tilapia, pez que se produce en agua dulce pero que potencialmente puede cultivarse en zonas marino costeras, con un filete rico en proteínas y bajo en grasas saturadas, muy dúctil y con excelente perfil nutricional. En este mercado, Honduras es un productor muy relevante a nivel latinoamericano, donde destacan a su vez países como Colombia, Brasil, México, Ecuador y Perú. Este mercado en crecimiento nos ha llevado como empresa, ACUANATIVA a explorar el desarrollo de nuevos productos para la acuicultura de tilapia.
En función de este pez, Paula ha debido visitar y viajar hasta Honduras para entender cuáles son los dolores de esta industria, que también varían según el país donde se esté produciendo. “Desarrollamos dos productos específicos para lo que es la industria de la tilapia y actualmente estamos en etapa de validación de campo de uno de ellos, y, para el segundo, vamos a ingresar probablemente en julio con pruebas de campo en unidades productivas. Si bien en Latinoamérica esta todavía es una industria en expansión, las proyecciones de crecimiento al 2030 son muy auspiciosas, con un CAGR de un 3,4 a 4% anual. Por esto y lo desafíos que plantea, es una de las industrias en la que queremos poner al menos un pie para ir sentando precedentes en el futuro”, finalizó Paula Miranda.
Cultivo de Tilapia en Honduras
Honduras es un país ubicado en Centro América y, cuya producción industrial está enfocada en la agricultura, la manufactura, los servicios, y la pesca. Respecto a esta última actividad, este país goza de tener relaciones comerciales con toda América Latina y el resto de mundo, por la accesibilidad que tiene por los océanos Pacífico y Atlántico.
Respecto a la producción de la Tilapia, ésta ha permitido generar aproximadamente 11 mil empleos, lo que ha significado estabilidad y desarrollo en muchos hogares y una buena entrada económica para el país.
Es acá, en Honduras, donde Sandro Rezzio entrega toda su experticia en acuicultura, de hecho, llamémoslo así, “Un embajador de Chile en esta área”, que después de recorrer parte de mundo, entre salmones, cobia, pompano, barramundi, jurel y actualmente, dedicado por entero a la producción de Tilapia en Honduras.
La trayectoria de este ingeniero pesquero que brilla en tierras lejanas, pero que lo abrazan como si estuviera acá en Chile, Sandro Rezzio, quien es el actual managing director en Regal Springs Honduras.
En el caso de Sandro, las ofertas laborales estuvieron más presentes en el extranjero que en tierras chilenas. Tempranamente se enteró de un cargo de gerente técnico y de producción para una compañía en Vietnam, ¿cuál era el propósito?, cultivo de cobia, un pez de mar, carne blanca y una delicia al paladar. Nos cuenta que en ese tiempo, ya instalado en Asia, “teníamos cuatro centros de cultivo, dos producían cobia, otro pompano y el cuarto, barramundi, con el que nos fue bastante bien”. De ese periodo, destaca la resiliencia y humildad de la gente, que siempre sumó a que fuera todo más agradable, a pesar de la distancia. Fue tan bien recibido, que estuvo allá tres años y medio, entre el 2011 y 2014, tiempo en el cual lograron producir 3 mil toneladas en total, entre cobia, pompano y barramundi, todo para consumo propio (interno). Luego, la empresa cerró operaciones por venta, ahí decide trasladarse a Canadá, donde estuvo un año, logrando producir 15 mil toneladas de salmón atlántico. En ese momento recibe una oferta de una empresa hawaiana, pero prestando servicios desde Chile.
La empresa, ForeverOceans, se dedicaba a generar tecnología para la acuicultura, donde Sandro, los asesoró desde Chile con todo lo que eran protocolos, procedimientos, reuniones telemáticas y, un par de visitas en terreno durante el 2015 donde tuvo que viajar a Hawái en ciertas ocasiones, entonces estuvo al menos un año entre Chile y la isla. El 2016 se traslada definitivamente para enfocarse en la producción de seriolarivoliana, especie prima hermana de la seriolalalandi, que la tenemos en Chile en la isla Juan Fernández y en otras zonas del norte, la vidriola que le llaman comúnmente, un pescado que llega a pesar 3 kilos.
“Estando ahí, contrataron un biólogo, con el que buscamos dónde abrir una concesión marítima, encontrando lugares en Indonesia, Panamá y Brasil. Como yo era el único latino en la empresa, me ofrecieron irme a Panamá y así, hacerme cargo de la gerencia general allá. Me fui a armar la compañía desde cero, pero con recursos, lo que me permitió formar mi equipo”, nos precisa Rezzio. Recuerda que ahí armaron una piscicultura para producir 3 millones y medio de pescado al año (11 mil metros cuadrado construidos), instalaron jaulas en una concesión de 40 mil hectáreas, solicitando una concesión de grandes proporciones con el propósito de proteger el medioambiente. En esa labor estuvo durante 7 años, por cambios a nivel gerencial, decisión de renunciar y abrir una consultora con otro chileno, en esa oportunidad se fue a hacer unas asesorías a Sultanato de Oman, donde estuvo 8 meses como consultor. Pasado ese periodo, recibe un llamado, participa de unas entrevistas, y le ofrecen el cargo de gerente general de Regal Springs Honduras, con quienes tiene como propósito para este año alcanzar la producción de 18 mil toneladas de tilapia, del cual el 90% se va a Estados Unidos. Un desafío no menor, pero que a Sandro le emociona y le hace vibrar como el primer día.
Dos científicos que brillan en sus áreas y relevan una acuicultura sostenible, que dañe lo menos posible al medioambiente y que nos saca del salmón o chorito, nos hablan de innovar en producciones, y de atrevernos a nuevos desafíos. Su mirada nos nutre y nos hace pensar y reflexionar al país que queremos, que se haga cargo de nuestras costas y de todo lo que está pasando en nuestras aguas. Un estado que nos presente políticas a largo plazo, que apoyen este tipo de producciones e investigaciones, para así diversificar hasta nuestros mismos alimentos, con estándares de calidad propicios a las demandas actuales.