Abejas: su extraordinaria misión polinizando vida

Exclusivo Medio Ambiente

Urge concientizar sobre el rol fundamental que cumplen en la naturaleza

Abejas; su extraordinaria misión polinizando vida en los ecosistemas

El 20 de mayo de este año, con motivo de conmemorarse el Día Internacional de la Abeja, la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura, mundialmente conocida como FAO (por sus siglas en inglés: Food and Agriculture Organization), publicó en su página web un artículo que advierte sobre el inquietante momento que vive el planeta ante el declive progresivo de poblaciones de abejas en todo el mundo. “El declive mundial en las poblaciones de abejas supone una seria amenaza para una gran variedad de plantas críticas para el bienestar humano y los medios de vida, y los países deberían hacer más para salvaguardar unas aliadas fundamentales en la lucha contra el hambre y la malnutrición”, destacó FAO en su publicación.

En efecto, estas pequeñas y extraordinarias ingenieras de la naturaleza, son una pieza fundamental en el equilibrio de ecosistemas saludables y la conservación de la biodiversidad, puesto que las ellas, junto a otras especies de insectos, pájaros y murciélagos, polinizan más del 70% de los cultivos alimentarios destinados al consumo del ser humano. Polinizando, además, más de 25.000 especies de plantas con flores. Un rol primordial, que asegura no solo la viabilidad de los procesos de cultivo agroalimentario, sino que además garantiza la calidad de producción de alimentos nutritivos y ricos en micronutrientes, entre ellos frutas; manzanas, frutillas, arándanos, cerezas, y hortalizas, semillas, café, frutos secos y aceites. Todo ello no sería posible obtener si no hubiera polinizadores. Como si esto fuera poco, las abejas melíferas nos entregan la maravilla de la miel que producen.

Producto del declive progresivo de abejas en el mundo, según la FAO, se pierde entre el 1 a un 10 % de biodiversidad cada década. Para Claudio Soto, Apicultor e Ingeniero Agrónomo, Magister en Ciencias Agropecuarias de la Universidad Autónoma de Yucatán, México, esta pérdida en la biodiversidad afecta en general a las especies, en ese sentido las abejas no quedan fuera de ello. Son insectos que se han adaptado a ciertos hábitats ya que han evolucionado en una relación estrecha con las plantas, por lo tanto, en la medida que éstas se ven afectadas indudablemente también eso tendrá un efecto en las abejas. En esa línea añade “cuando digo esto, estoy pensando por ejemplo en las abejas nativas, que la mayoría de las personas desconocen y que también son protagonistas de lo que se ha conocido públicamente sobre la desaparición o declive en los polinizadores. Por ejemplo, de la experiencia que tuve en México con abejas nativas sin aguijón, que son las abejas que criaban los pueblos originarios de Mesoamérica, algunas especies se han visto altamente afectadas en el medio natural debido a la fragmentación de los bosques en los que ellas habitaban, y como consecuencia de ello, actualmente se hace cada vez más difícil encontrar sus nidos en los agujeros de los árboles” comenta el profesional.

Los nuevos sistemas de producción de la vida moderna y el calentamiento global han traído consigo grandes amenazas para la subsistencia en las diversas especies de abejas, originando una alteración del medio ambiente y su biodiversidad. La proliferación de plaguicidas, la agricultura industrial, los agroquímicos como las familias de neonicotinoides; altamente neurotóxicos para las abejas, los monocultivos, parásitos, enfermedades y el cambio climático son algunos de los factores que influyen en la merma de las poblaciones de abejas en el mundo. En ese contexto, Soto precisa que los fenómenos asociados al cambio climático causan efectos en las plantas, así como en las colonias de abejas. En las plantas se ven afectados los ciclos de floración, que se adelantan o atrasan, o por ejemplo, se producen fuertes lluvias en pleno período de floración lo que genera pérdida de las flores y que por su parte las abejas no puedan salir a volar para recolectar alimento, e incluso como vimos en la temporada 2018-2019 que acabamos de terminar, en la que en algunas zonas de nuestra Región de Los Lagos se produjeron heladas en el mes de Enero, lo que potencialmente pudo producir aborto floral en algunas especies de plantas que florecen en el verano.

El ingeniero agrónomo advierte que si las abejas no pueden recolectar su alimento, miel y polen, ya sea por muerte de las flores o por las condiciones desfavorables del tiempo que les impiden que salgan a volar, se reducen las poblaciones de las colonias y, además, individualmente las abejas nacen más débiles ya que no han tenido una correcta nutrición. Esto las hace mucho más susceptibles al ataque de algunas enfermedades, sobre todo en lo que respecta a microorganismos patógenos, efecto que se ve aumentado por la infestación de las colonias con el ácaro Varroa (ectoparásito que se alimenta de la hemolinfa o sangre de las abejas), que ya es habitante habitual y que los apicultores manejamos para controlar sus niveles de infestación en las colonias.

En relación a los plaguicidas agrega que a nivel mundial se ha estudiado mucho el efecto que los agroquímicos pueden ocasionar en las colonias de abejas, e incluso en nuestro país ha sido de público conocimiento algunos eventos de mortalidad masiva de abejas en regiones de la zona central, ocasionadas por toxicidad por aplicación o mal uso de insecticidas. Además, que en países de Europa los apicultores se han organizado y el mundo científico ha respaldado la problemática con estudios que han permitido sacar del mercado y prohibir el uso de algunas moléculas que son tóxicas para las abejas, lo que aún no ocurre en nuestro país.

Abejas; secreto maravilloso de la naturaleza

Es difícil conocer el extraordinario trabajo que realizan las abejas y no maravillarse de la asombrosa precisión, belleza e inteligencia que estas pequeñas especies poseen, cualidades que realzan su vital labor en los ciclos productivos de la naturaleza y el equilibrio ecológico. Observar la magia de la naturaleza a través de los ojos de un niño puede dejar una huella imborrable en nuestra vida, bien lo sabe Pablo Vial, investigador, documentalista y fotógrafo aficionado, quien relata su fascinación y acercamiento al mundo de las abejas, “de niño, fue toparme con un nido del abejorro nativo, Bombus dahlbomii, quedé maravillado. Años después, mientras trabajaba como apicultor (con la foránea abeja de miel), me fui interiorizando y conociendo las especies nativas. Me sorprendía encontrarme con especies diferentes de acuerdo al lugar, a la fecha, a la flor… Dejé la apicultura y me dediqué de lleno a investigar y registrar las especies nativas. No paro de fascinarme” enfatiza el documentalista.

Pablo Vial, se dedica desde el año 2007 al trabajo de campo, buscando sus nidos, estudiando su biología, asociación floral y distribución. Las fotografías y videos son claves para los registros que realiza. Afirma que, con este material, además, ayuda a su difusión.

Sobre la variedad de especies de abejas existentes hoy en día en nuestro país, Vial afirma que es difícil determinar cuáles son las más destacadas, cada una tiene un rol muy importante. El más destacado (por su tamaño) es el abejorro Bombus dahlbomii, conocido como moscardón (está en peligro de extinción). Ahora, hay especies que necesitan de una o dos flores para obtener polen (oligolécticas) y estas de ellas para ser polinizadas. Por ende, necesitarían más atención, al igual que especies con distribución más restringida.

Agrega además que existen estrechas relaciones de grupos de abejas con grupos de flores, que han coevolucionado, por ejemplo: abejas del género Centris y Chalepogenus recolectan aceites de las Calceolaria’s, conocidos como capachitos, las que tienen glándulas secretoras de aceites, utilizados por las abejas para hacer una papilla con el polen e incluso impermeabilizar sus nidos. Las otras dos especies en peligro de extinción pertenecen a este grupo, Centris tamarugalis y Centris moldenkei.

Pablo Vial cree que la concientización de la problemática que viven las abejas incluso va más allá de que las abejas nativas sean los polinizadores más eficientes en la agricultura, son los polinizadores por excelencia de los ecosistemas naturales. Por ello, apunta, es fundamental que en la educación básica y media se enseñe sobre las especies nativas, también a escala territorial. Esto requiere redirigir el foco y las políticas ambientales adecuadas, para protegerlas. Las personas, pueden partir ayudándolas, plantando flora nativa de la zona (árboles, arbustos, herbáceas).

Apicultura, la huella de la miel en Chile                        

Existen casi 20.000 especies conocidas de abejas en el mundo y entre siete a nueve familias de estas. De las 20.000 especies de abejas conocidas solamente 7 de ellas producen miel. Las abejas melíferas occidentales producen 1,6 millones de toneladas de miel cada año, un producto altamente apetecido por sus propiedades nutricionales y terapéuticas, es fuente de energía y un edulcorante natural que tiene también propiedades antibacterianas y antisépticas. La especie de abeja más conocida es la abeja Apis melífera europea o doméstica, productora de la miel. En Chile se encuentran más de 440 especies de abejas nativas descritas a la fecha y se estima una cantidad equivalente por descubrir.

El ingeniero agrónomo y apicultor Claudio Soto, indica que sería de gran ayuda poder proteger las especies de plantas melíferas del bosque nativo para que las colonias de abejas dispongan de alimento y mantener con ello, la continuidad de producciones de miel, como son las de Tineo, Tiaca y Ulmo; de las cuales nos quedan muchas características por conocer aún.

Además, fomentar sistemas productivos como la agricultura agroecológica, que aumentan la diversidad de especies en los agro sistemas, son de gran ayuda para la supervivencia de las abejas y también de los polinizadores nativos.

Ante este escenario, ¿cómo se están preparando los productores apícolas para enfrentar los variados factores que amenazan diezmar las poblaciones de abejas y la producción de miel?  Soto expone al respecto que en estos últimos 20 años el sector apícola nacional ha avanzado de manera significativa gracias a la organización de los productores, y ante todos estos fenómenos que amenazan la actividad, debemos tener la unidad y la fortaleza para lograr que salga adelante el proyecto de Ley Apícola que se tramita en el Congreso Nacional, de tal manera que haya un marco que regule la actividad y que permita su sustentabilidad para todos quienes trabajamos en este rubro.

“Desde las organizaciones deberemos trabajar en conjunto con las autoridades para tomar las acciones que nos permitan mitigar los efectos que amenazan el sector. Trabajar en la protección de las especies melíferas nativas, fomentar la plantación de dichas especies, incorporar especies melíferas en el establecimiento de las praderas y que por ejemplo estas prácticas puedan ser incorporadas en los programas de establecimiento de praderas o como medidas de conservación, y tantas otras alternativas” enfatiza.

De acuerdo a las cifras entregadas por ODEPA, nuestro país produce entre 7 mil a 11 mil toneladas de miel cada año, de las cuales se exporta el 70%, quedando un 30% en el mercado nacional. El profesional explica que hay una creciente diferenciación de tipos de mieles en las distintas zonas del país. Dentro de las más conocidas se puede nombrar, la miel de corontillo (Escallonia pulverulenta), miel de quillay (Quillaja saponaria), miel de avellano chileno (Gevuina avellana), miel de tiaca (Caldcluvia paniculata), miel de tineo (Weinmannia trichosperma) y miel de Ulmo (Eucryphia cordifolia), entre las que se originan de plantas nativas. Y entre las que provienen de plantas introducidas o cultivadas, podemos encontrar miel de hierba azul (Echium vulgare), miel de trébol blanco (Trifolium repens), miel de alfalfa chilota (Lotus pedunculatus) y miel de raps (Brassica rapa).

 Alto Biobío, fértil territorio cordillerano donde germina miel única en el mundo

Hace algunas semanas se dio a conocer el estudio que realizó el Departamento de Ciencias y Tecnología vegetal de la Universidad de Concepción en coordinación con el Instituto de Desarrollo Agropecuario (Indap), y la Municipalidad de Alto Biobío a más de 200 colmenas pertenecientes a apicultores de esta zona cordillerana. El extraordinario resultado que arrojó esta investigación indica que es una miel única en el mundo por su composición.

Esta información se generó gracias a un proyecto de investigación interno de la Universidad de Concepción, desarrollado por el Laboratorio de Palinología y Ecología Vegetal de la UDEC-Campus Los Ángeles y que coordinó el Jefe del Proyecto Dr. Mauricio Rodanelli Reyes y el Investigador Dr. Max Troncoso, el cual tuvo como objetivo caracterizar las mieles del territorio de Biobío Cordillera (Alto Biobío, Antuco y Santa Bárbara), desde el punto de vista de la composición botánica, fisicoquímica y microbiológica.

Según el Dr. Max Troncoso, los principales hallazgos de la investigación son haber encontrado mieles monoflorales nativas y endémicas de Chile, es decir, que no existen en otro lugar del mundo, y que no han sido reportadas en la literatura. Además, se logró establecer que las mieles de las zonas analizadas cumplen las normativas nacionales e internacionales de calidad, garantizando su inocuidad.

El académico, precisa que “haber encontrado mieles diferentes a lo que existe actualmente en el mercado, permite generar una oportunidad de comercializar y establecer un producto único en el mundo, y podrían ser mieles altamente competitivas a nivel internacional, similar a la miel de Manuka, ya establecida a nivel mundial. La vegetación que presenta el territorio de Biobío cordillera, sin duda alguna, aporta un alimento único (polen, néctar, agua) sano y libre de contaminación a las abejas melíferas Apis melífera, contribuyendo a su óptima nutrición, por tanto, la abeja (nutrición y protección) como la vegetación (polinización) y los apicultores (obtención de miel) se ven beneficiados con esta asociación simbiótica”.

Con respecto a la calidad monofloral de la miel de Alto Biobío, el Dr. Troncoso explica este concepto “La monofloralidad, bifloralidad o multifloralidad, está dado principalmente por el tipo de vegetación que las abejas tienen disponible para libar el néctar de las flores. En este caso particular, Alto Biobío, presenta alto endemismo y una variada vegetación nativa, que permite a las abejas contar con alimento (polen, néctar, agua y exudados de plantas) durante todo su proceso de activación biológica, y elaborar miel para el proceso de hibernación. Esta variación en la alimentación de la abeja, le permite estar bien nutrida y enfrentar de mejor manera las enfermedades presentes en Chile”.

En relación a cómo las condiciones climáticas y vegetales del Alto Biobío hacen de esta zona un territorio ideal para el desarrollo de la apicultura en mayor escala productiva, el Dr. Troncoso, acota que el territorio de Alto Biobío, así como también el de Antuco y Santa Bárbara, son lugares ideales y propicios para el desarrollo de la apicultura a una mayor escala. “Los resultados botánicos, fisicoquímicos y microbiológicos, realizados en nuestra investigación así lo demuestran e incentivan a que este territorio pueda seguir creciendo en el rubro de la apicultura, primeramente estudiando más a fondo otras áreas del territorio, investigando los atributos de estas nuevas mieles, desarrollando una matriz productiva en base los principales productos de la colmena como la miel, polen, propóleos, cera y núcleos de abejas, para luego diversificarse hacia otras actividades que dependen indirectamente de la colmena, como el apiturismo, apiterapia, gastronomía en base a miel etc. Para ello es de suma importancia, mejorar las buenas prácticas apícolas, trabajar la apicultura sustentable y certificaciones. El sueño de posicionar el territorio de Biobío cordillera, como referente mundial en producción de miel, depende también del apoyo del organismo privados, las fuentes de financiamiento público/privadas y el apoyo de los municipios”, concluye el académico.