Cuando no existía la fotografía, era la pintura que grababa los tiempos
Por Paula Landeros
Muchas veces sostenemos diálogos con el entorno que nos permiten entender de mejor forma el lugar que habitamos. Entender y hablar de arte, cultura y patrimonio es un ejercicio que poco practicamos, pero que si le damos rienda suelta, nos permite vincularnos de mejor manera con nosotros, con nuestro barrio, ciudad y lugar del mundo en el que estamos parados.
En este reportaje, enfrentaremos miradas divergentes de un mismo fenómeno, la ciudad de Puerto Montt, vista de distintas aristas, pero con un fin en común, rescatar lo que tenemos. Y ese rescate puede darse de muchas formas, plasmando un momento o emoción en tela, reciclando lo que tenemos, revitalizando espacios, y en especial, vinculándonos con la ciudad en la que vivimos, pero desde el conocimiento, de entender dónde estamos y lo que tenemos, dándole valor a nuestras calles, construcciones, pesca, lluvia, todo aquello que nos caracteriza e inspira. Es más, en tiempos donde no existía la fotografía; los momentos importantes y los principales hechos, fueron grabados por pintores. Es gracias a la pintura de antaño, que podemos interpretar importantes hechos del pasado.
Rubén Schneider, los colores del Premio Regional de Arte 2016
La vinculación de Rubén con las artes plásticas, nace, según sus palabras, en el atractivo escenario natural de la caleta de Angelmó, “Lugar que convocó siempre a muchos pintores locales y nacionales que venían a pintar in- situ, lo cual siempre me fascinó, verlos pintar. Más tarde, me fui a estudiar arte a la ciudad de Arica en la Universidad de Chile. Luego un amigo me regaló un par de colores al óleo, los probé y me fascinó. Nunca más paré de pintar”. Reconoce que a través del tiempo ha hecho muchas series y exposiciones de pintura.
En los inicios, sobre paisaje y temas marinos, cosa que ha sido una constante hasta hoy. Pero con miradas distintas. Unas veces buscando la síntesis del paisaje como en la serie “Paisaje Sur”. Otras su poesía, como en “Geografía Poética”. O la energía de los elementos en “Metri: Geo Génesis Visual”. Por mencionar algunos de sus trabajos significativos.
Influido por el lugar donde estudió, el paisaje, cultura y patrimonio del norte de Chile, comenzó a mirar el legado de las culturas pre americanas. “Me interesaba indagar, aprender y reflexionar sobre su rico patrimonio visual y humano que muchas veces no vemos ni valoramos en el afán de copiar e imitar estereotipos ajenos y mucho menos incorporarlo en el sentido de pertenencia e identidad y nos quedamos huérfanos de esa historia y sus aprendizajes”.
Confiesa que el hombre contemporáneo y sus afanes también han estado en su obra.
Las manifestaciones que comenzaron con la revolución de los pingüinos, evidenciando la necesidad de producir cambios en la sociedad chilena. “Dicho fenómeno social lo registré en la serie “Chile está en la Calle”. También, la instalación “Utopía”, que tuvo un carácter premonitorio -como muchas veces sucede en el arte-, al abordar el tema nacional y global de la crisis del poder y la institucionalidad. Era un gran barco en medio de la sala vacía, evidenciando un naufragio, un encallamiento.
Uno de los textos hablaba de un llamado a los naufragados a volver a soñar, a refundar. Todo esto casi, dos años antes del estallido social de octubre de 2019”.
Sus trazos, que por lo general comienzan con los colores primarios, azul, rojo y amarillo, para que así puedan sumarse otros colores, tonos y gamas buscando la armonía de ellos. “Me encantan los colores intensos, fuertes, expresando toda su vida y su musicalidad. El arte nace a partir de la observación, la reflexión. Estar atento a la vibración de tu entorno. Eres parte de un todo humano, pero también de una unidad cósmica. Hoy más que nunca el arte necesita quietud, silencio para escuchar, para aportar y proponer. Para mí, el silencio y la música son un vehículo para conectar con lo trascendente”.
Ve a Puerto Montt como un maravilloso escenario abierto hacia el mar. Reconociendo que como propuesta poético urbanística debiera concentrarse en su larga costanera y bordemar. “Su identidad debiera estar allí. Yo llamaría a los mejores arquitectos, urbanistas, poetas, escritores, pintores, escultores y gente del cine para levantar propuestas y soñar con ese bordemar. Porque, lo que hay hoy, es una ciudad que niega su condición marítima”.
Contacto para visitar la galería de Rubén Schneider: Julieta Cruz 976200579 – 985745435
Drago Vodanovic, relevando el patrimonio material
Para Drago, Decano de la Facultad de Arquitectura de la Universidad San Sebastián (U.S.S.), nuestra ciudad pareciera tener múltiples conflictos por su crecimiento y desarrollo. Puerto Montt es una ciudad icónica en cuanto a que es la que ha tenido mayor desarrollo en las últimas tres décadas, desde la explosión de la industria salmonera en los 90, eso significó que la ciudad se triplicara en cuanto a habitantes. Y, según plantea, “El estado no ha podido seguirle el ritmo a esto, en especial con respecto a los instrumentos normativos y darle un desarrollo más orgánico”. Esto, debido al vertiginoso crecimiento en la implementación de obras de espacio público, viales, de parques, de equipamiento colectivo, entre otras. “Puerto Montt ha hecho mucho en trabajos viales, la extensión de la costanera, proyectos que están en carpeta como el Parque Metropolitano, los silos petroleros, hay una serie de proyectos muy interesantes y que esperamos puedan darle un vuelco muy positivo a la ciudad. Y claro, los instrumentos de planificación han quedado un poco cortos en sus capacidades, no pudiéndose dar una imagen objetivo de ciudad”.
Por otra parte, reconoce que debemos ser justos, estamos en un momento, donde después de varios planes reguladores que ha tenido la ciudad, se está desarrollando un plan regulador que tiene una metodología de participación y de trabajo bastante innovador, donde se “Ha acordado una imagen objetivo de ciudad policéntrica, con múltiples centros equipados en la ciudad, no un sólo gran centro, sino que múltiples pequeños centros distribuidos. Una ciudad compacta, donde se van a contener los límites para que pueda crecer un poco más en vertical, y no en horizontal, como muchas ciudades de Chile que se alargan, donde el estado no tiene la capacidad de tener vialidad predispuesta para esto y la ciudad se vuelve más difícil para vivir; donde tienes que viajar tramos extensos para llegar a destino, considerando que uno debiera vivir cerca de su colegio, Cesfam, farmacia, supermercado”. Una experiencia muy similar, según relata, al proyecto presentado por la alcaldesa de Paris, donde la idea es que los tiempos de traslado a equipamientos fundamentales, no superen los 15 minutos. Y lo que se está tratando de hacer en Puerto Montt, es seguir en esa línea.
“Quizás el desafío más importante para nuestra ciudad es que no tenemos un sistema de transporte público, las ciudades del futuro no son ciudades que tienen más carreteras para tener más autos privados, son las que desincentivan el uso del auto particular, promueven el uso de la bicicleta y más transporte público, y Puerto Montt es una ciudad que tiene potencial para aquello”.
Valora la experiencia de la oficina francesa Lacaton & Vassal, quienes trabajan especialmente en el reciclaje de edificios. De acuerdo a lo que nos relata, el gran desafío de ellos, es hacer arquitectura con lo que se tiene, valorar lo que está, darle una vuelta a los edificios antiguos para que se transformen en buena arquitectura, buscando rescatar y generar patrimonio.
Arquitectura patrimonial sureña
En su opinión, estamos en una deuda gigante como país en cuanto al patrimonio. “Tenemos una normativa e institucionalidad que yo me atrevo a decir que todavía no tiene las capacidades, herramientas ni recursos, para que el ser grabado como monumento o como área protegida, signifique un valor. Sino que todo lo contrario, hoy significa muchas veces un problema porque el edificio no se puede tocar, porque los trámites para poder hacer acciones sobre el edificio son profundamente lentos, y tiende esto a generar conflictos en el desarrollo de estas zonas”.
“Nuestro sistema de protección al patrimonio es altamente restrictivo y, además, carece de algún acápite donde empecemos a reconocer cuál es el patrimonio que vamos a ir creando, porque el patrimonio es lo que pasó para nosotros, pero mañana, el patrimonio será lo que hagamos hoy. La protección patrimonial es una protección orientada a la conservación y suele ser, la mayoría de las veces, el estado de manera muy onerosa y lenta el único que puede generar transformaciones radicales y potentes con nuestro patrimonio es post de conservarlo y proyectarlo al futuro. Y eso no puede ser en una sociedad y ciudad sana, esto debiese estar en las manos de todos y no sólo del estado, sino que también de los privados, porque lo que hacen no es sólo para el privado, sino que también tiene un beneficio social”.
Mario Bozzano, un generador de espacios para el arte
Mario es brasileño e Ingeniero Civil, llegó a Puerto Montt a comienzos de los 90, y en poco tiempo logró darle marcha a su empresa “Instalpón”, que desde 1993 entrega soluciones constructivas para las áreas residenciales, comerciales e industriales en el sur de Chile.
Reconoce su vinculación con el arte gracias a su primera esposa. “Esa conexión con el arte quedó enfrascada en algún lugar, porque tuve que trabajar para generar la empresa, por lo tanto, toda esa curiosidad vinculada al arte estuvo bloqueada. Cuando llegamos a Chile estuvimos un mes en Santiago antes de venirnos al sur, y en ese periodo me dediqué a la refacción de muebles y carpintería. Entonces, esta conexión se da desde el uso de las manos. Instalpón también es producto de esa búsqueda”.
Su curiosidad e interés por aprender a pintar lo llevó a acercarse a la Asociación de Pintores de Angelmó. “Colecciono arte desde hace mucho tiempo, desde la época que llegué acá quizás, en ese entonces se empieza a gestar mi curiosidad, a comprar obras, visitar galerías, a entrar en ese mundo. Entonces, cuando llego a esa clase, ya había adquirido obras de pintores, ya había tenido un primer acercamiento a la asociación. Mientras estaba en el curso, el profesor me invitó a sumarme a la ésta, como miembro en calidad de observador. Me incorporé y me puse a organizar todo, esto en respuesta a mi formación de ingeniero, en menos de una semana estaba ordenando y rotulando las obras. Este vínculo con la asociación ha crecido tanto, que hoy soy el secretario de ésta”.
En su plan de en algún momento dejar la empresa y dedicarse a la pintura, es que nace el interés por generar un espacio, traducido en una compañía de arte, dentro de su empresa, que permita a diversos artistas exponer su trabajo. “Mi intención en la compañía de artes es generar un espacio de información, sostenida en 3 pilares: la tienda, que es lo primero y está avanzando bastante; la galería, que es el lugar donde se expondría, acogiéndome eventualmente a proyectos del gobierno y vínculos con otras galerías; y como tercer pilar, la experiencia, que es lo que me guiará en este proceso”.
“El tema de las artes, donde se mezcla arquitectura, artesanía, y otras, es un terreno súper fértil, porque hay mucha gente haciendo cosas muy lindas y absolutamente invisibilizadas, y van a desaparecer, si nosotros, tú, yo, y otras personas, no la rescatan”.